Pumahuacanca principal (5563 m), cara noroeste, y Chico (ca. 5350 m), arista suroeste
En la cordillera Blanca peruana, el 16 de octubre de 2012, los guías Beto Pinto Toledo y Ángel Morales con los aspirantes a guía Jhonny Rosales Huerta y Marco Lliulla escalaron el nevado Pumahuacanca Grande por dos nuevas vías en la cara noroeste. Pinto y Rosales alcanzaron además todas las cimas del Chico, quizá vírgenes hasta entonces.
Dos días antes acamparon a unos 4400 m, medio kilómetro al norte de la laguna Tararhua, en la cabecera de la quebrada Rúrec. Formaban parte de un curso para guías y aspirantes a guía financiado por la Asociación de Guías de Alta Montaña del Perú (AGMP) y el CEAM, Centro de Estudios de Alta Montaña.
Dos días después los instructores Beto Pinto y Ángel Morales con los alumnos Jhonny Rosales, Víctor Hugo, Rubén Yabar, Ignacio Mamani, Renzo León y Marco Lliuya partieron del campamento a las 6:00 horas, rodearon la laguna Tararhua por la orilla oeste y una hora después llegaron a la base de dicha cara noroeste.
Aunque la pared es básicamente rocosa, llevaban material para escalada mixta. Pinto y Rosales eligieron una vía lógica directa a la cima por el centro de la cara. Empezaron con largos de cuerda de 30 metros, debido a la mala calidad de la roca y las piedras sueltas.
En estas tiradas superaron una dificultad media de 5c+ (grado francés), por debajo de sus posibilidades calzados con botas para alta montaña. Hubo tramos donde colocaron algunos seguros, pero en la mayoría de las reuniones tuvieron que asegurar sus avances con la cuerda directamente al cuerpo; como antiguamente, sin anclajes a la pared.
Por lo expuesto de la vía sólo pararon una vez para hidratarse. En tres horas y media alcanzaron la cima. Desde aquí observaron a sus compañeros, que escalaban por distintas vías y se demorarían en llegar.
Primera ascensión al Pumahuacanca Chico y vuelta al grande
Para evitar enfriarse destreparon por la cara noreste hasta el collado con el Pumahuacanca Chico, recorrieron su arista suroeste y alcanzaron todas sus cimas. En una de estas dejaron un hito de piedras, porque no encontraron rastro de ascensiones anteriores.
Volvieron a la cima noreste del Pumahuacanca principal(1) cuando Morales, cabeza de la segunda cordada, les gritó que Yabar y Hugo tuvieron un accidente. Destrepando la mayoría de las veces, llegaron por la arista noroeste hasta donde estaban los dos alumnos. Hugo tenía dos cortes en un dedo pulgar, así que le aplicaron primeros auxilios.
Descendieron luego todos por la nueva vía de Ángel Morales y Marco Lliulla, de dificultad general MD+. Las otras dos cordadas decidieron abandonar la escalada para asistir al accidentado. Llegaron todos al campo base sobre las cinco de la tarde.
Pinto y Rosales nombraron su vía de la cara noroeste del Pumahuacanca «El sexto teletubbies», de unos 320 m de recorrido y dificultad general MD+. Utilizaron una cuerda de 60 m, un juego de friends y algunos empotradores. No usaron los piolets, crampones, tornillos para hielo, estacas para nieve y clavos para roca que llevaban.
Notas
(1) Es posible que sea la segunda ascensión, desde el collado, de la vía Clark-McKeith
Comunicaciones personales (c.p.) y agradecimientos
Beto Pinto Toledo, Koky Castañeda
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